06 marzo, 2011

EPITAFIO
El día que yo me muera,
después de donar mis órganos,
enterrarme en el suelo,
desnudo en sábana vieja.
Plantad, después, un almendro
para que, cuando florezca,
alegre la muerte a los muertos.
Quisiera servir de alimento
a los niños y a los pájaros.

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